martes, 23 de octubre de 2012

Para ti...


Para ti…

-          ¿Me dejas que te haga una pregunta tonta?
-          ¿A mi? Bueno.
-          ¿Para qué sirve un libro?
-          ¡Eso lo sabe cualquiera!
-          Ya te dije que era una pregunta tonta.
-          Pues…para aprender cosas, para hablar mejor, para escribir sin faltas de ortografía…
-          ¡Y para mucho más! Por ejemplo, para llevarte de golpe al pasado y enseñarte cómo hacían los egipcios las pirámides. O para meterte de cabeza en el futuro, montado en una nave espacial. Para explicarte cómo son esos países que tanto te gustaría visitar y para que conozcas a otros niños. También puede acompañarte a donde vayas. Lo mismo se acurruca en un bolsillo, que encuentra un hueco en la mochila. Te hace más corta la espera en la parada del autobús o en la consulta del dentista y aguanta a tu lado una gripe, sin quejarse de tus estornudos.
-          ¿Para todo eso sirve?
-          Por lo menos.
-          Oye, ¿quién eres tú?
-          ¿quién voy a ser? Un libro. Me han traído hasta aquí para decirte hola…

Carmen Vázquez-Vigo.


Muchos de nosotros alguna vez nos hemos hecho esta pregunta, al parecer un tanto tonta,sin sentido. Al leer este texto de Carmen Vázquez-Vigo me he dado cuenta de la verdadera importancia de un libro, más que la importancia académica lo que ha perdurado en mí es la importancia emocional que crean en nosotros. En muchas ocasiones, cuando verdaderamente un libro me apasiona, me gusta, lo leo varias veces y en mi cabeza se forma un mundo nuevo que me hace pensar la realidad de una manera distinta, especial, incluso realizo comparaciones de mi entorno respecto a la fascinante historia, no sé si es algo positivo o no, pero verdaderamente me divierte. Los guardo como un tesoro, algo muy valioso, y que de vez en cuando echo una ojeada para recordar algunos momentos con mis preciados compañeros. Cuando observo el libro, su tacto, sus hojas desgastadas, me transportan directamente al instante al que lo leí por primera vez o al momento en el que me lo regalaron. Pienso que es algo mágico y que hacemos nuestro y lo llamamos “mi libro” aunque muchas personas más lo posean.
Piénsalo, seguro que alguna vez te ha pasado algo parecido…