domingo, 6 de enero de 2013

EL DESTINO DE CANELA
En tiempos de la Era Animal hubo un gran rey llamado Félix, un gato Persa muy querido por la comunidad felina que estaba casado con una reina animal llamada Sisú, gata Siamesa muy cariñosa y bella. La reina Sisú tuvo una hijita preciosa llamada Canela, ya que su color era de un marrón muy,muy claro. La princesa Canela creció muy feliz y contenta al lado de sus papás, pero al cabo de pocos años, la mamá Sisú enfermó gravemente. La reina sabía que su vida iba a terminar y entonces llamó a Canela para decirle que la quería muchísimo y que le quería regalar algo para que no la olvidara, se trataba de un pequeño cascabel, ya muy desgastado  y que apenas sonaba debido al paso de los años. La reina Sisú pidió a la princesa que siempre lo llevase con ella porque así la protegería y le traería suerte. Además, la reina le dijo a su marido el rey Félix: - necesitas buscar otra esposa gatita debido a que sólo tenemos una hija y necesitas un hijo para que pueda reinar.
La pobre reina murió y el rey Félix se casó con otra gata, era joven y muy seria, siempre gruñía y se le erizaba el pelo cuando veía pasar a Canela ya que le tenía mucha envidia y odio. Un mal día la madrastra malvada pidió a un gato callejero que se llevara a Canela al peor sitio del mundo: ¡¡El reino de los canes!! Un lugar donde era muy difícil salir vivo ya que el odio entre los perros y los gatos era inmenso. El gato callejero se llevó a la princesa, pero por el camino, al ver su pelaje de ese color tan bonito y la carita de súplica, le dio muchísima pena y la dejó a la mitad del trayecto con una condición: que jamás volviese al reino, ya que la malvada madrastra lo descubriría. La pobre Canela empezó a correr y a correr con miedo a lo que se podía encontrar, pero un buen día un olor riquísimo la llevó a un pequeño agujero, apenas podía entrar ya que era muy diminuto. Cuando logró meterse, vio que había camitas pequeñas y se estaba cocinando un guiso estupendo a base de semillas. De repente ¡Un ser muy extraño! Se trataba de un animalito con enormes bigotes como ella y cola muy larga al igual que ella, también unas orejotas grandes, pero el tamaño era mucho menor, no sabía qué podía ser, ya que nunca había explorado más allá del jardín de su palacio. Por sorpresa, el pequeño animal se asustó muchísimo al verla y comenzó a gritar: ¡un gato! ¡un gato! Canela  se extrañó verdaderamente ¿por qué la tenía tanto miedo?  Canela comenzó a preguntar ¿quién eres tú? ¿Por qué  me tienes miedo? El ser diminuto respondió: yo…yo…soy un ratoncito de campo, vivo aquí con mi familia, mis 4 hermanos y mi papá y mamá. Os tengo mucho miedo porque a veces nos coméis, pero lo peor de todo es que una malvada gata con pelo erizado nos obliga a recoger comida para ella y eso es muy peligroso, además ella no nos da nada de lo que recaudamos y muchas veces nos vemos obligados a robarle algún pedacito de su gran banquete, todavía no se ha dado cuenta y espero que nunca lo haga. La Princesa Canela se quedó muy al oír la espantosa historia de estos ratoncitos, ¿cómo podían los gatos incluso comer a estos animales tan listos y acogedores?.  Al cabo de un rato el ratoncito preguntó: ¿quién eres tú? Nunca un gato había llegado hasta estos lugares, ¿Cómo has llegado hasta aquí? La princesa no podía decir nada por miedo a que la descubriesen. –Me perdí jugando con mis primos…
Pasaron algunos años y la gatita ya formaba parte de la familia, ella se quedaba cuidando del hogar y haciendo las tareas. Pero llegó el peor día para estos pequeños ratones, la mamá ratón vino corriendo  muy asustada, pues le dijo a Canela que habían descubierto a su familia robando pedacitos de bizcocho, y que la malvada gata erizada, que era la madrastra de Canela,  los tenía apresados y se los iba a comer. Canela y la mamá ratón se dirigieron a toda prisa al reino gatuno. Una vez allí la malvada madrastra de pelo erizado las apresó, puesto que no se toleraba que un gato ayudase a los ratones.
 Pasaron varios días y llegó el momento de la muerte de todos ellos. Los pequeños ratones serían comidos y la pobre Canela desterrada al reino canino. Pero la astucia de esta princesa venció, Canela se acordó rápidamente del cascabel desgastado que le había dado su madre, y ella sabía que su padre el rey Félix la iba a reconocer. Cogió aire y dio el maullido más grande que jamás hubiera imaginado. Al oír ese tremendo ruido el rey Félix acudió de inmediato para comprobar qué ocurría. Y por fin pudo sucedió lo que la princesa Canela había planeado, que su padre la viese. Canela lo llamó, pero Félix no la reconoció, su pelo color canela se había vuelto oscuro y gris debido a que había pasado mucho tiempo en esos lugares lejanos, pero sabía de algo que no podía fallar: ¡el cascabel! EL rey Félix al verlo no se lo pudo creer  y se dio cuenta de lo malvada que había sido la madrastra con todos ellos. Rápidamente llamó a los gatos callejeros  y la madrastra de pelo erizado fue llevada al reino canino, aún no se sabe que hicieron con ella.
Finalmente el padre Félix pudo abrazar a su hijita querida, fueron muy felices y además este bondadoso rey prometió que nunca más se iban a comer ratones en su reino, por lo que esta familia tan lista y bondadosa y todos los demás ratones vivieron por fin felices y sin preocupaciones.

Esta adaptación la voy a realizar para niños del primer ciclo de primaria, el vocabulario es adecuado al igual que los personajes elejidos, las emociones y el desarrollo de la historia.
En esta adaptación he utilizado personajes familiares para los niños como pueden ser los animales, ya que narrando aventuras acerca de ellos despiertan su curiosidad y motivación. He incorporado en la historia palabras nuevas  como pueden ser “felino y canino” donde a través del contexto el significado lo comprenden de una manera natural. El desenlace se ha desarrollado de una manera diferente ya que no termina con un final amoroso, sino de amistad y felicidad.
Los aspectos que he conservado son los siguientes: la estructura del cuento, el rol que desempeña cada personaje, el motivo por el que el personaje sale de su núcleo familiar, y he mantenido valores del cuento como el odio, valentía, acogida, amistad.