Reflexionemos sobre la lectura literaria y la animación lectora.
Como
bien sabemos las existen cuatro competencias lingüísticas: hablar, escuchar,
escribir y leer.
La
lectura puede dividirse en No Literaria como, por ejemplo, instrucciones,
textos curriculares, enunciados…y Literaria que a su vez puede ser breve
(poesía) y larga (libros), y además puede ser silenciosa (para comprender) y en
voz alta (para expresión). Todos estos aspectos se deben trabajar en la escuela
pero siempre enfocándolo de un modo motivador.
En
nuestra biblioteca escolar podemos realizar modelos de carnet para el préstamo
de libros, diplomas por haber leído un número determinado de libros, modelos de
marcapáginas, fichas de lectura etc… También podemos hacer carteles de
seguimiento de las lecturas voluntarias de los niños, las cuales sirven como
motivación para animar a los demás y también para que el profesor vea los
libros que han tenido éxito y los que no, además se podrá controlar el número
de ejemplares que cada alumno lee.
A
la hora de elegir un libro para los alumnos,¿ nos planteamos los objetivos ? ¿Nos
ponemos en el lugar de estos niños?, aquí muestro algunos que entre todos
elaboramos:
-Objetivos
actitudinales: que les guste la lectura, que disfruten, que les entretenga, que
no lo sientan como imposición, que se animen y animen a otros a leer.
-Objetivos
procedimentales: que conozcan la variedad de libros, que desarrollen sus
gustos, actitud crítica, enseñarle en qué se deben fijar para saber si un libro
le va a gustar, trabajar la comprensión de los textos.
-Objetivos
conceptuales: fomentar el vocabulario.
Unos
de los objetivos de Irune en este bloque era mostrarnos que un libro va mucho
más allá de abrir la primera página. Que los niños poseen una curiosidad e
imaginación nata y hay que desarrollarla en ellos creando expectación. A la
hora de que empiecen a leer un libro podemos crear talleres de animación a la
lectura planteándoles actividades para antes, durante y después de leer.
Para
plantear actividades antes de la lectura tenemos que tener en cuenta que hay
que crearles expectativa. Para ello, un libro se puede tocar, oler, intentar
que se identifiquen con los personajes. Podemos crear una hipótesis previa de
significado, creándoles curiosidad. También presentar al autor creando intriga.
Contextualizar el libro…
Para
plantear actividades durante la lectura nuestro objetivo principal va a ser si
el niño está entendiendo lo que lee y cómo lo está interpretando y lo podemos
saber mediante diferentes métodos: haciendo preguntas para recordar (resúmenes
orales), preguntas que permitan compartir las interpretaciones, reconocer que
las personas de su entorno también pueden ser como los personajes. No
preguntaremos detalles, sino preguntas que desarrollen la comprensión. También tiene
que haber un componente emotivo donde empaticen con los personajes.
Finalmente
para plantear actividades después de la lectura, nuestro objetivo principal va
a ser que realicen síntesis globales. Podemos pedir que por escrito, saquen
conclusiones sobre cómo ha cambiado el personaje por ejemplo. Se trabajarán
valoraciones subjetivas siempre que estén bien argumentadas, dando su opinión.
Cambiar el título del libro, el final, añadir personajes…
En
mi futuro como maestra me gustaría aplicar todas estas técnicas sabiendo la
grandiosa utilidad de una buena animación lectora, donde los niños se sientan
motivados y cada día tengan ganas de seguir leyendo esa increíble historia
donde ellos son dueños del relato.
Bien. No has hablado de tus experiencias ni de las prácticas y no hay reflexión profunda sobre tu futuro profesional.
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