Autor: Juan Ramón Jiménez.
Obra: Platero y yo.
Ciclo: 2º ciclo.
Semana cultural
Primer día 1º
Al comienzo de la sesión, a través de la pizarra digital se les presentará a los alumnos unos fragmento de un texto, ellos no sabrán de que libro está extraído, ya que se pretende crear expectación y se interesen por lo que pone.
“Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar, los higos morados, con su cristalina gotita de miel…”
“Como me adormile sobre él, mi despertar se abre a uno de tales amables espectáculos…”.
“¡Con qué paciencia sufre sus locuras! ¡Cómo va despacito!, deteniéndose, haciéndose el tonto, para que ellos no se caigan!...”
Los niños que se ofrezcan voluntarios podrán leer los diferentes fragmentos, y a raíz de la lectura se les realizará en conjunto una serie de preguntas:
¿De quién se está hablando?
¿Creéis que aparecen muestras de cariño hacia algo o alguien?
¿Por qué creéis que tiene cuidado y va despacito?
A raíz de sus respuestas los alumnos deberá hacer un dibujo sobre lo que creen que puede ser esos fragmentos. Tendrán que guardarlos porque lo utilizarán en la siguiente sesión.
Segundo día:
Vamos a presentar al autor y su obra.
Para ello se dividirá el aula en varios grupos. Después, llevaremos la obra del autor a la clase y se les mostrará, explicándoles quién es el autor de los fragmentos del día anterior, y sólo leeremos el título “Platero y yo”.
Cada grupo comenzará a pensar sobre el tema que puede tratar y establecerán un consenso para decirlo en voz alta a toda la clase.
Cuando todos los grupos hayan dicho su opinión finalmente se presentará el tema del libro y así podrán extraer conclusiones, ver si se han aproximado o si tenían ideas completamente diferentes. Cada niño, sacará su dibujo de la primera sesión y escribirá por que creyó que el libro trataba de otra cosa. Pueden poner todo lo que crean, se trata de una escritura espontánea y completamente libre.
Para terminar la sesión irán a las sala de ordenadores y en grupo buscarán información acerca del autor y su obra, cada grupo anotará lo que más le llame la atención.
Cada grupo comenzará diciendo lo que más le ha llamado la atención en su búsqueda por internet, se resolverán dudas de vocabulario y todo aquello que el grupo no entienda.
Terminadas las explicaciones comenzaremos con el capítulo uno: “Platero”, en voz alta la profesora lo comenzará a leer y posteriormente expondrá el texto en la pizarra digital.
“Patero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas…Lo llamo dulcemente: ¿Platero?, y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal…
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar, los higos morados, con su cristalina gotita de miel…
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña…; pero fuerte y seco como de piedra. Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.”
Los niños se fijarán en la bella descripción que Juan Ramón Jiménez realiza. Una vez recordado a los alumnos en qué consistía la descripción cada uno de ellos va a describir a su mascota, si tienen, o su animal favorito. Cabe recordarles cómo Juan Ramón crea esa sutileza y cómo nos transmite el amor hacia su mascota.
Una vez terminadas las descripciones, cada niño deberá entregar su texto a otro niño de la clase. A su vez ese niño con el texto nuevo, deberá hacer un dibujo basándose únicamente en la descripción que aparece. Cuando terminen, los textos volverán a sus dueños, y éstos comprobarán si han acertado más o menos en los dibujos. De esta manera se pretende que los niños aprendan a imaginar mentalmente los rasgos y características de las cosas. También la manera de transmitir sentimientos hacia algo que queremos.
Como en la sesión anterior la profesora leerá en voz alta el capítulo XV “La amistad” y posteriormente lo expondrá en la pizarra.
“Nos entendemos bien. Yo lo dejo ir a su antojo, y él me lleva siempre adonde quiero.
Sabe Platero que, al llegar al pino de la Corona, me gusta acercarme a su tronco y acariciárselo, y mirar al cielo a través de su enorme y clara copa; sabe que me deleita la veredilla que va, entre céspedes, a la fuente vieja; que es para mí una fiesta ver el río de la colina de los pinos, evocadora, de una paraje clásico. Como me adormile, seguro, sobre él, mi despertar se abre a uno de tales amables espectáculos. Yo trato a platero cual si fuese un niño. Si el camino se torna fragoso y le peso un poco, me bajo para aliviarlo. Lo beso, lo engaño, lo hago rabiar… El comprende bien que lo quiero, y no me guarda rencor. Es tan igual a mí, que he llegado a creer que sueña mis propios sueños.”
En esta sesión queremos que entiendan el valor de la amistad como el que siente el autor por Platero. Un amigo es alguien con quien nos gusta compartir cosas, alguien que sabe lo que nos gusta, como por ejemplo ir al parque o pasear por los caminos y ver el paisaje como hace el autor con platero. A veces también nos enfadamos con un amigo, o nos hacemos de rabiar, al igual que le pasa a Platero. Pero siempre los amigos se perdonan porque se quieren.
A raíz de esta explicación los alumnos van a escribir las cosa que hacen con sus amigos, dónde les gusta ir, a qué les gusta jugar, si han tenido alguna pelea, y porqué siempre se han perdonado.
El valor de la amistad es un concepto que en esta etapa de primaria los niños aprecian verdaderamente, ya que están forjando amistades que pueden durar para toda la vida.
Visita a la asociación “Amiburro” ( http://www.amiburro.es/un-den-burrolandia) de la Comunidad de Madrid, se trata de un espacio donde los alumnos podrán conocer la vida del burro, adentrarse en la vida rural y concienciarnos sobre la naturaleza, ya que cada vez más niños desconocen el entorno rural y las costumbres que se llevan a cabo.
Pienso que es un espacio ideal para rememorar a Juan Ramón Jiménez, donde los niños podrán ver muchos “Plateros” y recordar la preciosa descripción que realiza sobre este bello animal.